La verdad es que cada página ha de tener su enfoque, pero lo cierto es que lo primero que debemos pensar es cómo tengo posicionada mi web. Si una persona llega a nuestra web porque ha tecleado en Google una de nuestras palabras clave debe encontrar fácilmente información relacionada con esa palabra clave, sino, abandonará rápidamente la página.
Cuando alguien monta su tienda virtual o escaparate en la Red, ha de preparar una estrategia de difusión. Ya que sino, su web no será visible y todo esfuerzo habrá sido en vano. Esto sucede también en una tienda tradicional. Cuánta más imaginación le echemos, mejor nos posicionaremos. En un mundo que avanza tan rápido y en el que cada vez existen más técnicas e impactos publicitarios, la creatividad se posiciona como una potente herramienta de posicionamiento en la mente del consumidor.
La principal fuente de visitas a las webs proviene de los mails. Por ello resulta vital que todos los mails de la empresa lleven una firma incorporada al final con nuestros datos de contacto y por supuesto la dirección de nuestra web. Pero si además ponemos una pequeña frasecilla ofreciendo algo gratis en la web, nuestro mail tendrá muchas más oportunidades de ser reenviado y llegar a más gente.
La segunda fuente de visitas son los buscadores. Da de alta tu web en los principales buscadores y si sobre ciertas palabras o frases clave existe una alta competencia contrata a una agencia para posicionarte en Google, pagarás por clics pero obtendrás una alta visibilidad. La mejor manera es poner una cifra tope al mes.
Y no olvides publicitar tu web en medios tradicionales, bolis de empresa, carteles en la tienda, en los folletos...
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